La pequeña Andréa Díaz, con un gesto lleno de ternura, le regaló a la presidenta Xiomara Castro unas pulseras de mano elaboradas por ella misma, acompañadas de una tarjeta que expresaba su deseo de que la presidenta aceptara el obsequio.
En la tarjeta, Andréa destacó que las pulseras habían sido hechas con sus propias manos, reflejando el cariño y dedicación en el detalle.
El obsequio fue presentado en una cajita decorada con la bandera de Honduras, pintada con acuarelas, un símbolo de identidad y amor por su país.
La presidenta Castro, conmovida por el gesto, compartió el detalle en su cuenta de X, agradeciendo profundamente el regalo y el afecto de la pequeña.
Este acto, tan sencillo como significativo, invita a reflexionar sobre cómo un pequeño regalo hecho con amor puede tocar los corazones de aquellos que lo reciben, incluso cuando se trata de figuras públicas como la presidenta de Honduras.