Como los investigadores aprenderían de los amigos, así como de los diarios de Susan, la joven madre no estaba contenta con los ocho años de matrimonio e incluso temía por su vida. Tenía un testamento escrito a mano, fechado el 28 de junio de 2008, que dirigió a amigos y familiares, en particular excluyendo a su esposo, con la frase «¡excepto el esposo de Josh Powell, no confío en él!»
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