Nueva entrega protagonizada por Morgan y sus fantasmas y un nuevo episodio que nos deja con sentimientos encontrados. Por un lado, la serie nos devuelve al origen de Los muertos vivientes. Estamos de vuelta en King County, el lugar en el que Morgan y Rick conocen al piloto de la serie. Referencias y guiones que suenan la semilla de un universo de 5 series y tropecientos episodios. Para el otro, cerramos una trama que arrancó en el episodio 3×12 de Los muertos vivientes, en el que desconcierta a Clear en el que vimos que Morgan había perdido la cabeza. ¿Era necesario tanto tiempo?
Tres temporadas completas de Los muertos vivientes y cuatro de Miedo a los muertos vivientes Después, porque Morgan sigue batallando el mismo problema. ¿De verdad era necesario volver a visitar algo que creíamos olvidado? Le hacen un flaco favor al personaje que muestra que no ha avanzado nada desde 2013.
Morgan está de vuelta a su barrio para tratar de terrar a Duane. Al parecer, hace nueve o diez años, cuando su hijo se convirtió en zombie, le dejó deambulando porque no se vio con la fuerza de darle descanso. Del mismo modo que se había bloqueado tratando de rematar a su mujer, a la que solo pudo «matar» cuando atacó a su hijo. Pero descubre que hizo mucho más. Morgan en sus momentos de locura absolutos, se mudó al zombie de su hijo y lo encadenó en el ático. Algo de lo que ni siquiera se acordaba. Un modus operandi que vimos con el Gobernador y Penny en la serie original. Esta vez consigue rematarlo, pero solo para salvar a Mo.
Esta división del pasado y el presente hace que el personaje de Morgan sea interesante y al mismo tiempo nos hace ver con cierto escepticismo su día a día. Da la sensación de que usa su nueva vida para olvidar la anterior, pero que no parece real. Al menos no lo era hasta que no se ha conseguido cerrar el eterno capítulo. Hablar tanto de padres e hijos separados por PADRE habrá despertado en él la necesidad de pasar página definitiva.
Por su parte, Mo consigue tener en este episodio cierto tiempo con sus padres. La pequeña engaña a Morgan y Grace para que se encuentren. Dos enamorados que llevan 7 años viendose con cuentagotas para que PADRE no usese su amor en su contra. Algo parecido a lo que hacian Sherry y Dwight. Dos personajes que también tienen acto de presencia en este episodio, decidieron entregar a Morgan a PADRE, que sigue teniendo a su hijo Finch como rehén.
El ajetreo del episodio y un ataque de un caminante aleatorio terminan con Grace mordida y con Morgan y Mo decidió encontrarse con el tren de junio para probar su nuevo tratamiento, que tan buenos resultados está dando con Finch. Por cierto, la trama de la posible cura no termina de convencerme, salvo que intenten justificarnos qu’Alicia haga acto de presencia en el último episodio con vida por eso del servicio de fans.
Lo importante es que tenemos a Morgan, Mo, Grace, Dwight, Sherry y Finch en una lancha motora y que la próxima parada es el tren. ¿Veremos antes del parón a Victor, Luciana y compañía? Solo quedan dos semanas antes del descanso. Y del estreno del escindir por Maggie y Morgan.
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