La tormenta se extendió desde los Grandes Lagos cerca de Canadá hasta el Valle de Río Grande en la frontera con México. Un 60% de la población estadounidense estaba bajo algún tipo de aviso climatológico, y las temperaturas descendieron a muy por debajo de lo normal desde las Montañas Rocosas hasta los Apalaches.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó el domingo que el aire gélido “que envuelve a gran parte del este de Estados Unidos será entre intenso y moderado”.