Carlos Alcaraz regresó al circuito profesional masculino enviando un nuevo aviso de autoridad a uno de sus rivales de generación. El duelo entre jugadores de 20 años cayó del lado del más fuerte, un número uno mundial que sometió al zurdo ‘cañonero’ estadounidense Ben Shelton 6-3 y 7-6 (3).
Sin la brillantez habitual del murciano, pero con ese plus que consolida su salto de madurez. Sabe ganar un partido trabado, sin apenas ritmo porque el rival revienta la pelota y él mismo sufre ciertos altibajos debido a más de dos semanas fuera del circuito.
Primera cita con la gira norteamericana de pista dura, estrenó su casillero en el Masters 1000 ATP de Canadá. Debutó en 2022 cediendo ante Tommy Paul en Montréal, se estrenó en Toronto con mejor pie y una realidad diferente. Más hecho como jugador, un fenómeno consolidado.
Aunque su objetivo a corto plazo sea repetir lo de 2022, su éxito en el US Open, que espera en Nueva York del 28 de agosto al 10 de septiembre.
Llega a Norteamérica con un estatus de intocable, de nuevo rey de Wimbledon tras haber destronado al serbio Novak Djokovic en una remontada épica. Dejó la hierba sólo conociendo victorias, tras doce encuentros.
Con el de Shelton su racha oficial es de trece, ya que el ATP Tour no ha sumado los dos triunfos individuales que cosechó en la Copa Hopman, competición de equipos mixtos en los que hizo dúo con Rebeka Masarova.
Contando los mismos hubieran sido quince, un récord en la carrera al máximo nivel de Alcaraz, que seguirá buscando oficialmente en tierras canadienses. Si vence al polaco Hubert Hurkacz (26 años/nº 17 mundial), a quien ya superara en las semifinales de Miami 2022, igualará su récord oficial de mejor racha: sería la 14ª victoria, equiparando la serie de catorce sobre tierra batida que le dieron en 2022 los títulos de Godó, Madrid y plantarse en cuartos de Roland Garros, cuando el alemán Alexander Zverev le frenó.
Alcaraz no conoce la derrota desde que cediera, también en París, ante Novak Djokovic en semifinales de 2023. Voló en hierba, quiere seguir haciéndolo en pista dura. Es una buena oportunidad para trasnochar o madrugar, según la situación personal de cada uno en un mes como agosto que abre más las opciones por su naturaleza vacacional.
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La cita es a la una de la madrugada española de jueves a viernes, las siete de la tarde en Toronto. Aunque Alcaraz podría enfrentarse también al peor enemigo, un rival incontrolable: la lluvia. La previsión meteorológica o anuncia tormentas durante el día, como ya se comprobó en el comienzo de la jornada de este jueves, que paró en el segundo set el choque que disputaban Davidovich y Ruud.
Muchos alicientes y factores que lidiar. Para retos, este Alcaraz con el modo invencible activado.
