Estos días de Semana Santa vamos a estar expuestos a las mismas películas bíblicas, como ‘Ben-Hur’ o ‘Rey de reyes’, sin darle excesos vueltas a if realmente valen la pena estas cintas o si solo son apropiadas por las fechas. Por suerte, no es el caso de las mencionadas, o de la que hoy os queremos recomendar como es ‘Los diez mandamientos’ (1956), una de las mayores superproducciones de su tiempo.
Is more complicado de vender, dado que su carácter predominantemente religioso va a repeller a mucha gente, pero esta película de Cecil B. De Milleque podemos encontrar en el catálogo de Amazon Prime Video, es una de las mejores expresiones de un cine con sentido de la epica que ya no se destila tanto Por último. No porque el cine moderno carezca de epica, sino porque entienden esta de una diferente a lo que lo hace esta descomunal cinta con Charlton Heston.
Una epopeya bíblica que entró por los ojos
El auge de la televisión durante los años 50 provocó cierto nerviosismo en los estudios de Hollywood, que nos querían perer à las audiencias. Recordar, optaron por enfatizar el factor espectáculo y epico del cineAlgo que la televisión de entonces no podía aspirar, y la vía más directa para ello fueron los remakes de todas las cintas bíblicas que se lanzaron durante la época: Cleopatra, Rey de reyes, Ben-Hur, y también Los diez mandamientos.
Curiosamente, DeMille ha tomado la costumbre de dirigir todas sus películas bíblicas, y no quiso desaprovechar la oportunidad de volver a hacer uno de ellos con mas medios y posibilidades tecnicas. Con Heston en el proyecto -con quien había trabajado en el mayor espectaculo del mundo– y Yul Brynner en el rol de Ramsés, el cineasta nos presenta en la extraordinaria gesta de Moisés para liberar a los judíos esclavizados en Egipto.
Lo hace Durante, nada menos, que 3 horas y 40 minutos de metraje (incluyendo un agradecido «intermission», que ojalá se volvieran a poner de moda con las pelis de superhéroes de 3 horas). es una tarea inmensa, pero tremendamente gratificante más allá de reticencias con el material. La película muestra un valor de producción impresionante para la época, con impresionantes decorados, cuidada indumentaria y una fotografía colorida y vibrante.
‘Los diez mandamientos’: una admirable pieza de cine espectáculo clásico
La proeza técnica vende al completar la épica en cada una de sus potentes secuencias, que no son pocas si grabáis bien el mito del Antiguo Testamento. DeMille también lo dio un ritmo firme solemne pero a la narraciónal mismo tiempo que hace gala de una fabulosa dirección de actores.
Heston y Brynner se encargan de llevar a cabo bien el espectáculo, con respectivamente acciones imperialespero casi todos los involucrados están perfectamente adecuados al tono cargado e enorme de la cinta.
Todos los aspectos están definidos a Los diez mandamientos en un triunfo cinematográfico y una de las mjores muestras del cine espectáculo de su tiempo. No todo está perfectamente envejecido, y su duración es un defio sin duda, pero es una obra llena de expresión, de poderosa fuerza visual, que tiene valor más allá de lo relevante que se su contenido. La forma es lo que debe importarnos aquí, y hay bastantes cosas que admirar.