La exposición erótica ha generado una gran controversia, debido a su enfoque sobre sexualidad y religión. Varias voces religiosas han condenado la muestra, tachándola de "blasfema" y "ofensiva" para la doctrina católica. Esta serie de óleos que mezcla el erotismo con elementos del imaginario religioso ha provocado protestas, incluyendo una manifestación el pasado 14 de febrero, en la que creyentes organizaron una misa en las afueras de la Academia de San Carlos, exigiendo el retiro de la exposición.