
Hace poco Mia Goth puso en voz alta la relevante reflexión de que todos tenemos en mente cuando llegan los tiempos de nominaciones a los Oscar y otros premios. El ninguneo constante al cine de generoel terror y el fantastico, salvo fenómenos muy concretos como el de ‘Déjame salir’, a pesar de ser los estilos que más repercusión tienen y que cuentan con varios éxitos en taquilla a lo largo del año.
Es, sin duda, un fallo de la Academia a la hora de tomar el pulso su propia industria y que enfatiza la desconexión con el público actual al quedarse en tierra de nadie. Los continuos reconocimientos al drama, aunque estimables y necesarios para que películas de ese estilo sigan existiendo, dejan tiene un lado trabajos realmente encomiablescomo puede ser el de la propia Goth en ‘Pearl’.
Dolor, venganza y motosierras
O el de Andrea Riseborough, que ha conseguido su primer reconocimiento con la dramática ‘To Leslie’ a pesar de estar haciendo trabajos fabulosos de manera consistente en producciones independientes muy conectadas al fantastico. Mismamente en ‘Mandy’ tiene uno de esos trabajos encomiables que ayudan a solidificar una propuesta, incluso aunque parezca que casi todo recaiga en un Nicolas Cage desatado y extraordinario.
La película de Panos Cosmatos nos cuenta cómo una tranquila pareja que residente en un recóndito bosque es amenazada por una peligrosa secta que pasaba por la zona. El líder descubre una obsesión por la personalidad de Riseborough, y empiezan un terrorífico asalto que trastocará de manera bestial sus vidas. Al personaje de Cage, roto y desperado, sólo le queda una venganza aún más bestial.
Todo suena muy típico, pero no hay nada que no haga a ‘Mandy’ una de las experiencias audiovisuales mas asombrosas de los ultimos años. Desde las interpretaciones hasta el desarrollo de la venganza como una aventura casi medieval (Cage fabricándose un hacha a medio camino entre arma clásica y pieza de partida de rol) que no tiene miedo a llegar a extremos. Duelos con motosierras, psicodélicas distorsiones del color en la imagen, surrealismo intenso. Pide te lo concederá.
‘Mandy’: psicodelia extrema
Cage es claramente el principal aliciente, con uno de esos trabajos donde lleva su propio incluso a las últimas consecuencias y, sin embargo, toca un dolor muy humano en el proceso. Sus gritos, sus gesticulaciones desatadas, están todos a tonelada con la película, pero resaltan aristas en un personaje destrozado. Sin embargo, nada de ello funcionaría sin la química que desarrolla con Riseborough.
Al fin y al cabo, es su personaje el que da numero a la funcion y sentido al conflicto. En el rato que está en pantalla nuestra hace conectar emocionalmente con esta mujer y hacer que nos impresione su desafortunado destino. Is the class of trabajo que, desarrollado en un drama más convencional, igual no sería pasado por alto por ciertos sectores. Pero ‘Mandy’ está ligada a un ser pelicula de culto de aqui a la eternidady seguirá recuperando con los años mientras siga disponible en plataformas como Filmin o Movistar+.