Walter es un apasionado maestro del pincel, que con su imaginación crea maravillas en un lienzo

¿Cómo comienza su amor por la pintura?

“Mi amor al arte como un todo comienza en mi niñez en un hogar de escasos recurso en San Francisco de la Paz Olancho, donde mi niñez de encierro por falta de amigos fue de descubrir muchas cosas yo solo, lo que me llevó a la travesura junto con mi talento se volvían creación, con barro, carbón, teja, achiote, ceniza cal o todo lo que me sirviera para manchar”.

¿Qué valor sentimental tiene la pintura para usted?

“La pintura significa para mí la más fácil y clara forma de expresión humana artísticamente hablando, pintar es dejar algo de uno en el lienzo, es repetir lo vivido o plasmar lo que se aspira o sueña”.

¿Qué cualidades debe tener un buen pintor a su criterio?

“Un buen pintor debe tener altos niveles de conciencia, espiritualidad libre y conocimiento diverso para poder dar al mundo nuevas formas de trasmitir, debe ser instruido y muy educado en su labor. Tenaz en su producción, ser productor empedernido, los haraganes no pueden ser artistas, son sólo fanáticos temporales. No se puede ser intermitente, debes ser apasionado de por vida”.

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